sábado, 29 de agosto de 2009

¿QUIÉN ES LA PERSONA QUE HA GANADO EL PREMIO NOBEL POR DOS CISCIPLINAS DIFERENTES?

La única persona que ha ganado el PREMIO NOBEL por dos disciplinas diferentes,
¿Sabes quién es?

Fue MARIE SLODWSKA CURIE.
Nació en Varsovia ( Polonia) en 1876, y murió en 1934.
En 1903 ganó el PREMIO NOBEL de FÍSICA, que compartió con su esposo, Pierre Curie, por el descubrimiento y el trabajo pionero en el campo de la radioactividad y los fenómenos de la radiación.
En 1911 vuelve a recibir el PREMIO NOBEL de QUÍMICA, por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, y por el aislamiento de éste último.









¿QUIÉN REALIZÓ LA PRIMERA PELÍCULA CON ARGUMENTO en la historia del cine?

Su nombre es Alice Guy-Blanche, nació en 1873, y murió en 1968.
A los 23 años imaginó y realizó la primera película de argumento en la historia del cine.

Ella trabajaba para un comerciante francés que distribuía proyectores de cine, y se dio cuenta que el futuro de ese nuevo medio de comunicación no estaba en las tomas documentales, sino en el argumento.
Su primera película fue “Fée aux choux”, a la que siguieron otras.
Hizo trabajar como actores a sus familiares y amigos, y en alguna ocasión actuó ella misma. Fue a raíz del éxito que tuvuieron, que otros productores empezaron a realizar nuevas películas argumentales.






jueves, 27 de agosto de 2009

EN DEFENSA DE NOSOTRAS, LAS MUJERES

Con su entrada “NO MÁS LAPIDACIONES”, mi amiga María Jesús me ha dado una idea: continuar peleando ahora también por Internet; una vez más emprenderé otra cruzada (la misma que no he abandonado y que emprendí hace años) en defensa de nosotras, las MUJERES.
Empezaré por datos que nos recordarán,- porque lo sabemos- que no todos los grandes nombres de la Historia fueron de hombres; yo me sorprendí mucho cuando lo supe.
Serán pequeñas reseñas, no profundizaré mucho en ellos; se trata de que se nos quede el dato, y no es cuestión de relatar la historia completa en este pequeño apartado.
También iré subiendo documentos que conservo, y diferentes artículos que he escrito durante los años de mi permanencia en una plataforma en defensa de la mujer.
Los datos (que no los artículos) los he tomado de la revista Meridiana, del Instituto Andaluz de la Mujer, y de una agenda que se publicó.

TODOS LOS FARAONES DEL ANTIGUO EGIPTO
¿FUERON HOMBRES? ¡NO!
Se conoce a una faraona, HATSHEPSUT ( 1490-1468 A. C.) hija del faraón egipcio Tuthmosis I quien ciñó sobre su cabeza la doble corona: la blanca, emblema del Alto Egipto, y la roja emblema del Bajo Egipto.
Su reinado de más de veinte años, se caracterizó por ser pacífico y evitar las guerras, con lo que se logró una gran prosperidad en todo su reino, realizando grandes obras públicas. En el plano comercial, fue una gran negociante. Descubrió el país de Punt en una gran expedición que ella organizó, y en la que muchos no confiaban. De allí trajeron numerosas especias y tejidos hermosos. Construyó un templo para su descanso eterno, que fue alabado por muchos y en la actualidad aún existe. Fue una mujer de gran inteligencia. Finalmente fue asesinada por el hijo de su hermano para conseguir el trono que ella ocupaba.

sábado, 15 de agosto de 2009

QUERIDAS PALABRAS


Humildes palabras mías
que para expresarme
escrito he.

Palabras prudentes, simples
que impresas
quedado habéis.

Sin pretensiones,
sencillas
el noble papel
mancháis.

Con vuestra presencia,
sólo,
mis sentimientos
expresáis.

Al saberos tan sumisas,
compasión
en mi corazón
despertáis.

Combinadas;
nombres, adverbios,
sentido a mi vida
dais.

Me consoláis de la angustia,
gran compañía
me hacéis
y mi alma descargáis.

Inocentes, indefensas,
ilustres, nobles, valiosas,
a través de los siglos
leales permanecéis.

Importantes, esenciales,
eminentes, eruditas,
imprescindibles, cruciales,
con modestia y servidumbre,
sabiduría creáis.

Palabras cultas, vitales,
culminantes, abnegadas:
sabed, queridas palabras mías
que mi cariño tenéis.

lunes, 10 de agosto de 2009

GRACIAS POR REGALARME UN SUEÑO.


Desde que te fuiste, he pedido y rogado tantas veces con toda mi alma, a Dios y a ti, poder sentirte, saber que estás ahí…Ya que llegar a verte, es imposible, al menos para mí.

Abrí la escalera plegable para acceder a la planta que estaba sobre un mueble alto, que había en el salón; mi propósito era quitarle las amarillentas hojas muertas que tenía y echarle un poco de agua.

En ello me encontraba, cuando noté cómo alrededor de mi cintura piernas y pies, unas manos sujetaban fuertemente esas partes de mi cuerpo.

Me extrañó bastante, pues me encontraba sola en la casa. No puse demasiada atención, pensé que serían imaginaciones mías, y seguí con mi tarea.

De repente, sentí cómo una mano se aferraba a mi pie derecho, agarrándolo con firmeza a la altura del tobillo, fijándolo al peldaño de la escalera.

Esta vez, si me extrañó, y giré la cabeza hacia atrás para comprobar quien me sujetaba. Mi sorpresa fue mayúscula, cuando vi que no había absolutamente nadie, pero yo seguía sintiendo la presión de las manos en mi cintura, piernas y pies.

Decidí dejar de quitar hojas a la planta, y bajar de la escalera, para mirar por toda la casa, a ver si descubría algo o alguien.

Al comenzar a descender, de nuevo noté las manos; ésta vez me cogían de la cintura y de un brazo, ayudándome, así, a bajar.

Suavemente, me condujeron a un sillón que había en un rincón del salón de la casa, mientras, yo preguntaba en voz alta, repetidamente y con cierta desesperación: “¡Quien eres, quien eres!
Comencé a nombrar a familiares y amigos ya desaparecidos, y tras cada nombre que pronunciaba, las manos cogían delicadamente mi cara, haciéndola girar de izquierda a derecha, en sentido de negación.

En una pared, junto al sillón, colgada de un clavo, pendía una foto, y una vez que las manos me dejaron acomodada blandamente en él, cogieron nuevamente mi cara, esta vez por la barbilla, y me la hicieron volver hacia la pared, donde estaba la foto. Al mirarla, supe a quien pertenecían aquellas suaves, cálidas y agradables manos.

Se apoderó de mí una sensación difícil de describir; sentí una enorme explosión de alegría, paz, satisfacción y ganas de llorar, que estremeció mi alma, dándome la impresión de estar flotando en una nube.

Abrí los ojos de repente, para comprobar que estaba en la cama, y no-como yo hubiera deseado- sentada en el sillón del salón.
Me entristecí al ver que, efectivamente, permanecía acostada; lo había soñado.

Ya no quise volver a conciliar el sueño, para poder pensar y repasar en mi mente lo que había sentido. Quería comprobar si en verdad había sucedido todo.
Había sido un maravilloso sueño, del que no me hubiese importado no despertar.

Pero me quedaron la alegría y la paz que esas queridas manos me transmitieron; fue todo tan grato y real…

A la memoria de mi queridísimo hermano al que siempre llevo dentro de mí.
Gracias por regalarme este maravilloso sueño.
Dos de diciembre de dos mil ocho.